Aquitectura, Arte y Diseño

En la década de los años 80 la producción de la arquitectura de las ciudades colombianas, impulsada por la fragmentación urbana, la estandarización de las formas de vida y el deterioro del hábitat iniciado en las décadas anteriores, aceleraba el descenso vertiginoso de la calidad habitacional de las obras. La masificación de las propuestas y la demanda acrítica, paralelas a una altísima especulación de la finca raíz, produjeron un gran boom de la construcción, pero presagiaban el inminente colapso en el manejo financiero de las obras. Todo ello fundaba las bases para la creación de un programa de formación en arquitectura capaz de enfrentar estos retos.

Los Inicios

La Facultad de Arquitectura fue creada por el Consejo de Gobierno de la Universidad en octubre de 1980 y el programa inició sus labores en agosto de 1982. En 1987 egresó la primera generación de arquitectos bonaventurianos, conformada por 40 nuevos profesionales que, además de su formación en los asuntos propios de la disciplina, estaban preparados –según la orientación inicial del programa– para la gestión y la administración de empresas constructoras, con énfasis en “el manejo de recursos, medios y condiciones ambientales, para el buen desarrollo de las mismas”.

Crecimiento y transformación

En la primera mitad de los años noventa (1990-1994) se produjo en Colombia, y particularmente en Cali, un incremento de la construcción que mostró la mayor área de licencias aprobadas hasta la fecha y el pico más alto en la historia cementera del país. Pero a partir de 1994 y hasta el final de la década, como un efecto de las diversas dinámicas sociales y económicas, sobrevino una gran volatilidad en el sector de la construcción, lo que generó el dramático colapso del boom inmobiliario de las dos décadas pasadas y una crisis sin antecedentes en el sector de la construcción.

Consolidación y acreditación

El inicio del nuevo siglo llegó con múltiples circunstancias que debía afrontar la arquitectura en relación con los cambios sociales y las necesidades de mejoramiento del hábitat. La facultad, consciente de los requerimientos del contexto y la demanda de una acción responsable de sus arquitectos sobre la ciudad, se volcó hacia la investigación de los contextos de intervención, en coherencia con los objetivos de la acción educativa bonaventuriana.

Para lograr la adaptación a un entorno rápidamente cambiante y al desarrollo de la capacidad de generación de respuestas creativas y transformadoras, en el año 2000 se consolidó la articulación del programa con los lineamientos de la acción educativa propuesta por el Proyecto Educativo Bonaventuriano (PEB), que tras su publicación en 1998, se había institucionalizado para las cuatro sedes colombianas. De igual forma, el currículo se ajustó a los nuevos marcos conceptuales, legales y educativos de la disciplina, tanto en el ámbito nacional como internacional. En este proceso de articulación, en mayo de 2000 se presentó al ICFES una actualización del programa de Arquitectura, con la cual, en 2001, se consolidó la estructura curricular que sería objeto del proceso de autoevaluación institucional con fines de acreditación voluntaria y que permitió evaluarla a la luz de los lineamientos del Consejo Nacional de Acreditación (CNA).

En el año 2001 se da inicio al programa de Especialización en Proyecto Urbano, con una propuesta que profundiza en el “desarrollo teórico y práctico sobre la gestión del proyecto en todas sus etapas, desde la inicial, que planea el conjunto de acciones para llevarlo a cabo, hasta aquellas que viabilizan su concreción en el tiempo y en el espacio relacionadas con la gestión e implementación del mismo”. Concomitante con la apertura del nuevo siglo se produjo una gran agitación de los estudiantes por participar en concursos de arquitectura, lo que trajo consigo múltiples reconocimientos y premios de orden nacional e internacional. Entre ellos, el premio nacional en la II Bienal de Estudiantes de Arquitectura, categoría Proyecto Arquitectónico; el premio nacional en la II Bienal de Estudiantes de Arquitectura, categoría Recuperación del Patrimonio; dos menciones de honor en las categorías investigación o monografía y recuperación del patrimonio; tercer puesto en el XVII Encuentro Latinoamericano de Estudiantes de Arquitectura, efectuado en los Ángeles, California, y primer puesto en la IV Bienal Latinoamericana de Estudiantes de Arquitectura. Se obtienen también cinco distinciones de excelencia académica a estudiantes en la III Bienal Nacional de Estudiantes de Arquitectura, en las categorías Recuperación de Patrimonio, Proyecto Arquitectónico y Teoría, Historia y Crítica. Además de estos logros académicos estudiantiles, en 2002 el diseño de las graderías de la Universidad de San Buenaventura Cali, proyecto del profesor Jaime Beltrán, ganó el primer puesto en la XVIII Bienal Colombiana de Arquitectura, categoría Proyecto Arquitectónico “Fernando Martínez Sanabria”.

Estos significativos reconocimientos a las capacidades de los estudiantes y docentes para concebir arquitecturas reflexivas, capaces de impactar con conciencia los entornos de intervención, consolidaron las fortalezas del programa en la concepción y desarrollo del proyecto arquitectónico. Como resultado de los procesos de autoevaluación iniciados en el 2001, según Resolución 805 de abril de 2002, se obtuvo la primera acreditación de alta calidad del programa de Arquitectura.

En el año 2002 se creó el grupo interdisciplinar de investigación Estéticas Urbanas y Socialidades, con estudios en torno a problemáticas de la vida urbana contemporánea de la región. Este grupo, constituido por docentes de las facultades de Arquitectura y Psicología, llevo a cabo investigaciones y productos que lo facultaron para posicionarse en la categoría A en Colciencias. En otro sentido de reconocimiento y valoración académica, en el año 2003, cuando se comienzan los exámenes de Estado para la educación superior en Colombia, el programa de Arquitectura ocupó el primer lugar a nivel nacional, logro que sumado a los altos niveles alcanzados por los estudiantes en los años siguientes, llevaron al programa a convertirse en referente de calidad en la región y el país.

En el año 2004, como resultado de una investigación y un diagnóstico del modelo pedagógico, el currículo, las didácticas y los sistemas de evaluación del programa, se planteó una propuesta de transformación curricular cuya implementación se inició en enero de 2005. Para fortalecer el proceso de formación integral, la reforma fundamentó nuevas didácticas y espacios académicos para la convergencia de lo científico, lo técnico y lo artístico, entre ellos la investigación como aprendizaje del proyecto, la respuesta y solución de los problemas del contexto y la creación del componente de arte y estética. Esta propuesta también amplió la visión y el campo de acción de la Facultad de Arquitectura, con el propósito de hacer posible la creación de nuevos programas afines que propiciaran espacios de integración interdisciplinar. En este propósito de apertura se cambió la denominación a Facultad de Arquitectura, Arte y Diseño y se da principio al estudio y formulación de un programa que ampliara el conocimiento en el campo de la moda y el vestuario.

El estudio demostró que si bien a mediados de la década florecía el sector de la moda, esto se debía principalmente a las maquilas, empresas que tercerizan los procesos de confección de las marcas, sin profesionales que aportaran calidad al diseño y a sus aspectos administrativos. También se identificó la necesidad de una denominación específica para el futuro programa, en el propósito de fundamentarlo en lo humano, mas allá del concepto genérico de moda, el cual podría aplicarse a cualquier área de estudio. Es así como en agosto de 2006, un grupo de docentes, directivos y 15 estudiantes, asumieron el reto de posicionar el programa Diseño de Vestuario en el medio profesional, con enfoque en el diseño como respuesta a los requerimientos físicos y culturales del vestido, y énfasis en la gestión, el mercadeo y la logística que este requiere como producto de consumo masivo.

Para el adecuado funcionamiento del nuevo programa se acondicionó el edificio Las Palmas y se construyó en él un moderno laboratorio dotado con las máquinas necesarias para caracterizarlo como una planta de producción de confecciones. También se construyeron salones y talleres de diseño adecuados con mesas para patronaje, un laboratorio de fotografía y los demás requerimientos técnicos propios del programa, así como una pasarela para la exposición de proyectos en eventos académicos.

Gracias a estos procesos y a los altos niveles de calidad de sus dos programas de estudio, incrementados con la reforma y la innovación curricular de Arquitectura, en junio 4 de 2008 y mediante la Resolución del MEN No. 3325, se renovó la acreditación de alta calidad del programa de Arquitectura ante el CNA.

La primera década del siglo XXI consolidó una facultad reflexiva, analítica e investigadora. Un programa de arquitectura que forma arquitectos capaces de identificar, analizar, comprender y actuar sobre el contexto con soluciones pertinentes y un programa de Diseño de Vestuario que forma líderes idóneos para generar soluciones innovadoras fundadas en procesos investigativos. La década se cierra con la renovación del registro calificado para el programa de Especialización en Proyecto Urbano y con la creación del grupo de investigación Arquitectura, Urbanismo y Estética, conformado por docentes de los programas de Arquitectura y de Diseño de Vestuario. Este grupo actualmente se encuentra registrado en la categoría A de Colciencias.

Consolidación y acreditación

Los procesos de mejoramiento académico en todos los campos de la acción educativa de la facultad determinaron ajustes progresivos en los años siguientes y una apuesta fuerte por la investigación y la proyección social. Así, con la formulación de la Maestría en Arquitectura, su presentación ante el Ministerio de Educación Nacional y la obtención del registro calificado mediante resolución 9592 de noviembre de 2011, se amplía el objetivo de reflexión y acción sobre la arquitectura y su contexto, con una nueva fase de profundización en los procesos investigativos. La primera cohorte de la maestría comenzó estudios en enero de 2012, con la participación de 22 estudiantes y nueve docentes del programa de Arquitectura.

La calidad de la trayectoria investigativa de la facultad se refleja también en sus productos, los cuales, además de fortalecer los procesos académicos internos, han tenido gran impacto en el medio. Es así como en el programa de Diseño de Vestuario se han ejecutado investigaciones para el desarrollo de materiales y textiles, cueros vegetales, fibras reforzadas con nanocompuestos y otras de carácter académico sobre temas educativos. En el 2016, como producto de una investigación estudiantil presentada como trabajo de grado, se otorgó una patente de invención a una propuesta que implementa una nueva función a los textiles en la inhibición de agentes bacterianos.

Como validación de los altos estándares de calidad, una nueva autoevaluación permitió que en noviembre de 2013, con la Resolución 15559, se alcanzara la segunda renovación de acreditación del programa de Arquitectura. Con miras a mantenerlo actualizado, contextualizado y pertinente, y como acción propia de los procesos de proyección social, en los años siguientes se firmaron múltiples convenios y consultorías con entidades gubernamentales y otras instituciones de carácter social, entre los que figuran los convenios de Cooperación Técnica y Académica No. 0899 y No. 0877 suscritos entre 2013 y 2016 por la Gobernación del Valle del Cauca y la Universidad de San Buenaventura Cali para la formulación del Plan de Ordenamiento Territorial Departamental en sus fases I, II y III; el proyecto de diseño de espacio público Alameda de Siloé, desarrollado para la Fundación Sidoc y la Fundación Fanalca; el diseño urbano, arquitectónico y paisajístico del parque de Potrero Grande en el Distrito de Aguablanca, en convenio con la Fundación Fanalca, y el proyecto Alameda de la Salsa, en convenio con Valle Bureau Convention & Visitors.

Estos convenios han tenido enormes efectos sobre el contexto y posicionan el programa de Arquitectura como líder en la región, lo que lo ha hecho objeto de reconocimientos como el primer puesto en la XXV Bienal Colombiana de Arquitectura 2016, categoría Ordenamiento Urbano y Regional, al trabajo Articulación de los instrumentos de ordenamiento del modelo propuesto para el corredor río Cauca hecho con la CVC. Así también, en 2015 se obtienen siete premios en el Solar Decathlon Latin America & Caribbean, proyecto ejecutado por un grupo de estudiantes y docentes en unión con la Universidad Autónoma de Occidente para la participación en el proyecto Mihouse, Multi Intelligent House Using Solar Energy.

En otras acciones sobre el contexto, propias del proceso de formación integral de los estudiantes, la línea de investigación en arte y estética ha intervenido en distintos sectores de la ciudad, con obras artísticas sobre las problemáticas de las comunidades. Con ellas se busca impactar su conciencia colectiva y contribuir a la defensa y visibilidad del patrimonio urbano y arquitectónico de la ciudad.

Además de la participación como unidad académica en actividades y proyectos interinstitucionales e interdisciplinares, el programa de Arquitectura ha generado numerosos espacios de apertura y diversificación académica, con diplomados en diversos campos del conocimiento. Por otra parte, actualmente se cuenta con un gran número de convenios activos con otras universidades, entre los que se destacan a nivel internacional los convenios de cooperación académica suscritos con la Universidad de Córdoba y la Universidad de Buenos Aires, en Argentina; la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); la Universidad Central de Chile, la Universitat Internacional de Catalunya, en Barcelona; la École Supériore Nationale D´Architecture de Nantes y la Universidad de Porto. Estos convenios han dinamizado los procesos de movilidad de los estudiantes en los últimos años hacia contextos internacionales, y también de los profesores, quienes han participado en actividades de cooperación académica en los ámbitos nacional e internacional.

En el propósito de diversificación de una oferta educativa de calidad, en febrero del año 2018 se dio apertura a la Maestría en Proyecto Urbano, fundamentada en la tradición y fortalezas de la especialización en el mismo campo, que operaba desde
el año 2001. Actualmente, se oferta el nuevo programa de Especialización en Construcción, con enfoque en normatividad de la construcción, innovación constructiva y metodología BIM, el cual permitirá a sus egresados el desarrollo de mayores estándares de calidad en la ejecución de las obras.

En el programa de Diseño de Vestuario, la interacción con el contexto ha sido fundamental y un aporte significativo al fortalecimiento del campo de estudio. Desde sus inicios y con las dinámicas que los eventos del sector demandan, el programa ha mantenido una continua participación en exposiciones y concursos regionales, nacionales e internacionales, en los que siempre ha ocupado los primeros lugares: Exposhow (en el cual se ha participado en cuatro oportunidades con pasarela propia), Bio Fashion, Colombiamoda, Cali Afroshow y concursos como Latinoamérica Habla, entre otros. Por otra parte, el programa integra el clúster Sistema Moda, liderado por la Cámara de Comercio de Cali, conformado por 1450 empresas del Valle del Cauca.

Como espacios de difusión de los trabajos de los estudiantes e impacto en el medio, cada año se celebra el evento Atelier, primera plataforma académica de moda que pone en pasarela los mejores proyectos de los estudiantes, que en su última versión alcanzó una asistencia de más de 500 personas. Otro escenario de difusión e impacto en el medio es la revista Pointer, desarrollada totalmente por estudiantes, publicación que vio la luz en 2017 y se ha posicionado gracias a su contenido de alta calidad, no solo en relación con el vestuario que exhibe como producto creativo, sino también en la edición gráfica y fotográfica.

Las acreditaciones de alta calidad obtenidas por los dos programas de estudio de la facultad validan sus procesos y respaldan sus lineamientos y fortalezas. Así, en octubre 24 de 2018 el programa Diseño de Vestuario obtuvo la acreditación de alta calidad con la Resolución 017221 y en marzo de 2019 el programa de Arquitectura recibió la visita de los pares académicos para la renovación de este reconocimiento.

Prospectiva

El programa de Arquitectura se prepara para la acreditación internacional, y en su búsqueda ha introducido didácticas innovadoras que permiten nuevas estrategias de integralidad entre los distintos componentes de conocimiento y formas de evidenciar los procesos de calidad a través del recorrido formativo de los estudiantes. Con iguales propósitos y como fruto de un plan prospectivo que persigue la creación de nuevos programas, el aumento de la visibilidad y un mayor impacto de los procesos y productos de investigación, se presentó en el año 2018 ante el Ministerio de Educación Nacional una propuesta de reforma curricular que fue aprobada a finales del mismo año. Para motivar la formación continuada y la cualificación de los estudiantes, la reforma permite el vínculo directo entre el pregrado en Arquitectura y la Maestría en Arquitectura, gracias al cual los estudiantes de último año podrán cursar simultáneamente el primer año de la maestría y terminar sus estudios de posgrado con un año adicional.

Otros aspectos esenciales buscan la consolidación de un modelo innovador de formación y evaluación por competencias: el fortalecimiento de la formación en temas de sostenibilidad ambiental con el apoyo de nuevos recursos tecnológicos; la
innovación de las didácticas asociadas con las nuevas tecnologías de información y comunicación (TIC) y la gestión de proyectos a través de la participación en la alianza de universidades.

La innovación y el afianzamiento de las fortalezas de los programas Arquitectura y Diseño de Vestuario en todos los campos de formación, son un cometido de la facultad para seguir capacitando a sus estudiantes en el desarrollo de propuestas óptimas y socialmente viables, compatibles con los avances y desafíos de orden mundial. En este propósito, Diseño de Vestuario, que sigue siendo el único programa profesional en este campo de formación en el suroccidente colombiano, prepara una especialización en Gestión Estratégica para Empresas del Sistema Moda y la renovación de la acreditación de alta calidad.

La integralidad, la actitud y la cultura de trabajo interdisciplinario, característica de los egresados de la Facultad de Arquitectura, Arte y Diseño, los posiciona con una práctica significativa y relevante en los ámbitos regional, nacional e internacional. Así, los egresados de Diseño de Vestuario participan en equipos de grandes empresas del sector, como líderes de procesos y emprendedores en el campo de la confección y la gestión. En el caso de Arquitectura, la calidad de las obras de sus egresados se documentó en la reciente publicación del libro que conmemora los 35 años de apertura del programa y que convocó egresados de todas las cohortes con trabajos en diversas categorías. La muestra publicada recoge una gran variedad de proyectos construidos y de estudios e investigaciones de alto impacto y amplia producción de calidad, que evidencia el cumplimiento de los propósitos de formación del programa. Entre las categorías seleccionadas se cuentan aeropuertos, terminales de transporte, edificios de vivienda, casas, establecimientos comerciales, educativos, bancarios, puentes, espacios públicos, plazas, hábitats de emergencia, etc., construidos en países como Canadá, Holanda, México, Australia, Mozambique, España, Rusia y Bolivia, entre otros.

Como se ha visto a lo largo de este recorrido histórico, desde sus comienzos en 1982, la facultad ha concebido la construcción curricular como un proceso dinámico, inacabado y de reflexión, en el que la docencia, el capital investigativo y la proyección social han erigido un acervo teórico y metodológico que sustenta con excelencia los procesos académicos en la formación de sus estudiantes. El trabajo responsable y comprometido de los directivos, docentes y administrativos en los programas de pregrado y posgrado, así como la identidad contextual y la capacidad de los egresados para resolver problemas en contextos diversos, son una fortaleza que se ha hecho patente en la acreditación de alta calidad de sus dos programas y que, además de la excelencia académica, denota el impacto benéfico y pertinente de la Facultad en la sociedad y en la cultura.